En ocasiones, aún parecieran ser menospreciadas las plaquetas sanguíneas, en relación a su estructura y funcionalidad, fuera de la función más conocida, desde una mirada “macro” …son los agentes responsables de hacer un tapón en algún sitio de sangrado o hemorragia. Pero, aun esta función no es tarea en solitario; es una sinergia.
Se solía referir a las plaquetas como “fragmentos celulares”, dando la idea de simplemente partículas; yo digo: son cuerpos celulares derivados de los megacariocitos. Estos, se desarrollan en médula ósea, principal órgano productor de células sanguíneas (hematopoyesis).
Los megacariocitos, una vez maduros, durante el proceso de trombopoyesis, se fragmentan y escapan estas porciones citoplásmicas, a la circulación sanguínea, por el sinusoide vascular, cargadas de mitocondrias, enzimas, ADN mitocondrial, ribosomas, porciones de ARN, moléculas de proteínas y glicoproteínas, compuestos de fósforo y gránulos o vesículas reservorias. Entre estas últimas, se encuentran los llamados “gránulos alfa” cuyo principal contenido son ciertas moléculas de glicoproteína que son los factores de crecimiento (FC).
Las plaquetas responden a una alerta de activación por señales electroquímicas y de otros elementos bioquímicos que son liberados al ocurrir una injuria tisular y la consecuente “orden” de regeneración o renovación celular para dar lugar a cicatrización, reparación y restauración de la fisiología de la parte dañada.
Durante los últimos, quizás, 20 años se ha insistido en estudios sobre las funciones de las plaquetas y se ha puesto énfasis en la función de “vigilancia” ante agentes extraños e invasores patógenos.
En este orden de acción, las plaquetas son sensibles a, otra vez, señales electro-bioquímicas y se desencadena una alerta para que intervengan otras células especializadas para eliminar al agente invasor. A veces, son las plaquetas que responden con la activación de lisosomas, liberando enzimas, para aniquilar a estos extraños por acción de lisis enzimática.
En resumen, las plaquetas son importantes y multifacéticas, si se quiere ver así, y no por ser células anucleadas en la circulación sanguínea, dejan de ser células muy peculiares e indispensables con una magna misión en la hemostasis, recuperación y homeostasis de los tejidos, hasta en la vigilancia del sistema de defensas del organismo.